martes, 15 de septiembre de 2009

DE CAUDILLO A CAUDILLO Y TE ASESINO PORQUE ME TOCA



Tras la caída de Roma, y el primer feto de una Hispania unida bajo la ocupación visigoda, los peninsulares poco a poco fueron adaptándose a los cambios. No muchos, no vayan a creer. La mayor parte de la población, hispanoromana, mantenía sus costumbres y su fe, y eran los visigodos los que más aceptaban y acataban las costumbres hispanoromanas.

Es en ese acatamiento de costumbres y fe por parte de los visigodos, cuando un arriano, el Rey Recaredo, hijo de Leovigildo, tras una vida, la suya y la de su padre, tratando de convertir a los hispanoromanos católicos al arrianismo cambian las tornas y decide convertirse al catolicismo.

Desde entonces (587 d. C.) convierte a sus obispos al catolicismo, y proclama tal religión como oficial del Reino Visigodo, que tras la derrota contra los francos ocuparon la totalidad de la Península Ibérica y llevaron su capital a Toledo.

La mayor parte de los habitantes peninsulares ya eran de fe católica. Más que una conversión estatal, el bautismo del Rey Recaredo y la oficialidad católica supusieron una constatación de una realidad social.

Pero Recaredo, como tantos otros reyes visigodos, no duraría mucho en el trono. El reino visigodo, lejos de traer paz y estabilidad a la península, la sumergió en un cúmulo de guerras civiles y magnicidios. Todos los nuevos nobles querían reinar en Toledo. Y los hispanoromanos, que seguían con su vida como si tal cosa, no iban a ser menos. El invasor se convierte a la religión del invadido. Roma tenía una pesada y larguísima sombra que los visigodos nunca pudieron superar. Entre esas costumbres, acatadas por los nuevos amos, la más característica de los habitantes peninsulares, la rebelión contra el poder central. Y como no, las ansias y el gusto por el caudillismo y el poder personal, y también por el vino. Este hecho caracterizó durante siglos la política visigoda. Y aún con la invasión musulmana (Siglo VII), distintos caudillos militares y nobles visigodos e hispanorromanos permanecían asesinando a sus reyes y tomando el poder en territorio visigodo, celebrándolo airadamente con abundante vino.

Quizá sea por esta herencia que la política española, hasta bien entrado el siglo XX se dictaminó siempre desde distintos cuarteles, por unos caudillos u otros. En fin, que hasta en plena edad contemporánea en España reinaban las costumbres tribales visigodas. SPAIN IS DIFFERENT, ya saben...

2 comentarios:

  1. Sí...la verdad es que algo visigótico se puede apreciar en la mayoría de nuestros golpistas.
    Si nos viene de antiguo...

    Excelente artículo, Dako

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  2. Gracias Santi. Un placer y un auténtico orgullo que te guste.

    ¿¿Se le puede llamar visigótico o mejor bárbaro??

    Saludos

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